Iberdrola y bp pulse han dado un paso significativo hacia la movilidad sostenible con la inauguración del primer cargador MCS (Megawatt Charging System) ultrarrápido para vehículos eléctricos pesados en el sur de Europa. Este innovador cargador, fabricado por Power Electronics, está estratégicamente ubicado en la base logística de Disfrimur en Murcia.
Una alianza por la movilidad sostenible
La colaboración entre Iberdrola y bp pulse busca fortalecer el compromiso de ambas empresas en ser parte de la solución para los desafíos de la electrificación de los vehículos pesados y cumplir con los objetivos de descarbonización de la Unión Europea. Este nuevo cargador MCS permitirá la carga ultrarrápida de las baterías de estos vehículos, del 10% al 80% en solo 30 minutos.
Innovación en la carga de vehículos pesados
Los cargadores MCS están diseñados específicamente para vehículos eléctricos pesados como camiones y autobuses. Las baterías de estos vehículos de nueva generación tendrán una capacidad de entre 600 y 1,000 kWh, equivalente a entre dos y tres veces la energía consumida en un mes por un hogar español. Esta elevada potencia permite ampliar la autonomía de los vehículos entre 300 y 400 kilómetros durante los tiempos de descanso obligatorios según el Reglamento Europeo, que establece una parada de 45 minutos cada cuatro horas y media de conducción.
Ubicación estratégica en Murcia
El primer cargador MCS ultrarrápido en el sur de Europa está ubicado en la base logística de Disfrimur en Murcia, una empresa dedicada al transporte y la logística de mercancías. Esta ubicación estratégica facilita la adopción de vehículos eléctricos pesados en la región, apoyando el cambio hacia una movilidad más sostenible.
Con esta iniciativa, Iberdrola y bp pulse demuestran su liderazgo en la transición hacia una movilidad más limpia y eficiente, ofreciendo soluciones innovadoras que permiten una rápida carga de vehículos eléctricos pesados y contribuyen a la reducción de emisiones.
La puesta en marcha del primer cargador MCS ultrarrápido en el sur de Europa marca un hito importante en la movilidad sostenible, permitiendo a los vehículos eléctricos pesados recargar sus baterías de manera eficiente y rápida, lo que a su vez facilita el cumplimiento de las normativas de descanso y autonomía establecidas por la Unión Europea.